
Esta es la crónica de un concierto anunciado, que por desgracia no tuvo toda la atención que se merecía. Es la crónica acerca de una noche más en O Grove. Un viernes lleno de música y de alegría en el Retuércete y Grita.
Un 'aveón' (que es gallego de O Grove para avión; "vas
como un aveón", por ejemplo) pasó por el pueblo. Era un superman de la
guitarra. Eran, mejor dicho. Andrés
Herrera y Raúl Fernández, la matriz que sostiene Pájaro. 1200 kilómetros hicieron de carretera desde Sevilla.
Estos dos forasteros inundaron el club con música
influenciada por el lejano oeste de factura italiana, un spaguetti western que
a mí, por mi edad, me recordó a un tal Tarantino. A jeringuillas de adrenalina.
A mujeres enfundadas en chándales amarillos, katanas y enfermeras de parche en
el ojo. Rock and roll en directo como no había escuchado en esta villa y tan
sólo con dos guitarras.
Nacidos en el barrio sevillano de Parque Alcosa, Andrés Herrera (1963) y Raulito Fernández (1975) pertenecen a dos generaciones diferentes. Éste último, que comenzó a tocar con el maestro con 18 años, es el hijo de un gran amigo de Herrera y su talento le permitió hacer de doble en varios ocasiones, cuando Andrés no podía atender a los diversos grupos en los que tocaba.
Como bien dijo André Sánchez, dueño del Twist & Shout,
Herrera es conocido por "el que tocaba con..." pero desde que
presentó su álbum Santa Leone en el
Monkey Week Festival, El Pájaro vuela solo con toda la fuerza y experiencia que
este monstruo de la música lleva a cuestas. Triana, Los Chanclas, Pata Negra,
Brigada Ligera, Kiko Veneno, Silvio...son algunas de las bandas de las que
Andrés ha sido parte integrante. Treinta y cinco años acompañando le llevaron a
buscar su propio sonido y el sello Happy Place Studio parió un disco excelente
que, según aseguraban Andrés y Raúl, fue prácticamente compuesto, grabado y
producido en el estudio.
Perchè
De ser yo experto en música podría sin duda valorar más
detallada y técnicamente este concierto, pero desde mi humilde opinión diría
que la actuación de Pájaro fue
enorme. Fue directa, sin ornamentos innecesarios, íntima, intensa y llena de
amor a la música. Se me olvidó preguntarle al señor Herrera perchè le llaman El Pájaro. Pero pienso
que fue evidente, pues trinaba como los pájaros que debe haber en el Monte
Parnaso del wild west.
La crisis afectó y está afectando a la música en vivo.
Herrera, que lleva toda la vida intentando sobrevivir de este arte, así lo
confirma, pues notaron una bajada de actuaciones en los últimos años, lo que
está dificultando seriamente su profesión. Pájaro
volverá a O Grove después del verano con la banda al completo. Promete ser
incluso mejor de lo que fue. Quizás hasta vaya yo a Sevilla antes. Todos los
domingos están en La Caja Negra,
haciendo unas jam sessions
acompañados de grandes músicos y con las puertas abierta para que entre quien
quiera. Son la muestra de que en la capital andaluza se hace más que adorar a
la Virgen del Rocío.
Os dejo un par de vídeos de la actuación como evidencia. Lo siento por la
calidad pero fueron improvisadamente grabados con un iMac.
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